En 2017, el Barcelona y el PSG se enfrentaron en los octavos de final de la Champions League en una serie que parecía terminada. En la ida, el equipo parisino aplastó 4-0 a los culés en París, dejando casi imposible la remontada. Pero en el Camp Nou, el Barça salió a buscar la hazaña. Se adelantó 3-0, pero un gol de Cavani parecía liquidar la oportunidad de pasar de ronda. Sin embargo, en los últimos minutos, pasó lo impensado. Esto es Entre-Tiempo en Jugada de Gol, bienvenidos.
El 14 de febrero de 2017, en el Parque de los Príncipes, el PSG dio un golpe tremendo al Barcelona con una actuación impecable. Desde el inicio, los parisinos fueron superiores y, con un mediocampo dominado por Verratti y Rabiot, ahogaron a los culés. Ángel Di María abrió el marcador con un gran tiro libre, y antes del descanso, Julian Draxler puso el 2-0. En la segunda parte, otra vez Di María marcó con un golazo desde fuera del área, y Edinson Cavani cerró la goleada 4-0. Un resultado que parecía sentenciar la eliminatoria.
Tras el 4-0 en París, el Barcelona quedó contra las cuerdas. La prensa y los aficionados fueron implacables, cuestionando a Luis Enrique y a varios jugadores por la falta de respuesta en la ida. En cambio, en París, la confianza era total. El PSG ya se veía en los cuartos de final y hasta algunos de sus jugadores hablaron de eliminar al Barça como una «noche perfecta». En Barcelona, sin embargo, nadie quería rendirse.

El 8 de marzo de 2017, el Camp Nou estaba a reventar, con una afición que creía en el milagro. Apenas al minuto 3, el Barcelona dio el primer golpe: Luis Suárez ganó un balón en el área y de cabeza puso el 1-0. El equipo de Luis Enrique siguió atacando con intensidad, mientras el PSG apenas podía salir de su campo. Antes del descanso, la presión dio resultado. En un intento por despejar, Kurzawa terminó marcando en propia puerta, dejando el partido 2-0 y encendiendo aún más la ilusión culé. Con 45 minutos por delante, la remontada estaba más cerca, pero aún faltaban dos goles para igualar la serie.
El Barcelona salió al segundo tiempo con la misma intensidad y, apenas al minuto 50, encontró otro gol. Meunier derribó a Neymar en el área y el árbitro señaló penal. Lionel Messi lo convirtió con una gran definición, poniendo el 3-0 y desatando la locura en el Camp Nou. El Barça ya estaba a solo un gol de igualar la eliminatoria, pero el PSG reaccionó. En el minuto 62, un balón suelto en el área terminó en los pies de Cavani, quien marcó el descuento y silenció el estadio con el 3-1. Con ese gol, el Barcelona ahora necesitaba tres más para clasificar, y el tiempo se les acababa.
Cuando todo parecía perdido, el Barcelona protagonizó uno de los cierres más épicos en la historia del fútbol. Al minuto 88, Neymar marcó un golazo de tiro libre para el 4-1. Dos minutos después, Suárez generó un penal que el brasileño convirtió en el 5-1. El Camp Nou no lo creía, pero aún faltaba un gol. En tiempo extra, Ter Stegen subió a rematar un córner, Neymar metió un centro perfecto al área. Sergi Roberto apareció de la nada y, con una estirada efectiva, marcó el 6-1 al minuto 95. El estadio se vino abajo. El Barcelona había logrado lo imposible: remontar un 4-0 y clasificar a cuartos de final en una noche histórica.
Una remontada que parecía imposible, una afición que nunca dejó de creer y un final de locura que quedó marcado en la historia de la Champions League. Partidos como este nos recuerdan por qué amamos este deporte, donde todo puede cambiar en cuestión de minutos.
Esto fue otra edición de Entre-Tiempo en Jugada de Gol. ¡Hasta la próxima!